lunes, 20 de abril de 2015

Siniestra y hermosa

Hace un tiempo
se me agotaron las palabras.
La sed era extrema,
el calor fatal.
A mis pies les dolía caminar,
quizás no más que hoy.

Estuviste cuidándome siempre,
hoy solo vives en mi mente.
Supe desde hace un tiempo que te ibas,
Viaje sin retorno.
El tiempo tiene una velocidad inexplicable.

Ahora sé que todo puede cambiar en un instante…
Jamás había perdido algo tan importante,
jamás había sentido tanto dolor.

Yo siento tu presencia de alguna manera inentendible,
y con estas frases tan tristes te hago inmortal en mi poesía…
Estás conmigo cada día.

Espero en algún tiempo solo recordar lo bueno,
y arrancar de mi ser
los últimos tiempos,
que han sido el infierno mismo,
que se han llevado una parte de mi,
que han sido una tortura para ambas.

Sé que al menos ahora, donde quiera que estés,
me escuchas, como siempre lo has hecho…
Sé que me darías un abrazo,
se que me pedirías que no sufra.
Sé que estás más tranquila,
que no sientes más dolor.

Sabés que te amé profundamente
y que ese amor no se irá jamás.
Sabés que ya te extraño.

Lo bueno es que sé que dirías…
Que estás orgullosa de mi,
y que me amás intensamente…
Lo leí hace algunos días,
en papeles amarillos.

También se ha grabado en mi alma,
como todos aquellos buenos tiempos compartidos.

Todo siempre estará en mi,
Las risas, las peleas,
Lo bueno, lo malo.

Sé que a pesar de todo,
no sería quien soy si no te hubiera conocido.

Quiero hacer fuerzas para no llorarte,
pero hay días en los que no puedo.
Siento tu amor a la distancia,
sé que era intenso,
como las carcajadas de verano
y el afecto de siempre.

Sin más me despido,
con un sabor amargo
con un adiós eterno.
Con el mayor agradecimiento,
y una profunda tristeza.

Una mariposa que no volaba,
vino a visitarme al día siguiente,
siniestra y hermosa,
como la muerte.
Quería volar y no podía,
quería salir y se quedaba.
Sentí que susurraba mi nombre.

Sentí que estabas ahí.