jueves, 24 de octubre de 2013

Abrazos de Moneda

Quisiera saber por qué tu afecto es tan raro,
detrás de tus parpados siempre se oculta
ese odio nefasto e inexplicable.
Tu voz emite un sonido desagradable,
una luz pecaminosa titila en tu interior,
pero no puede salir, no puede alcanzar vuelo.
Tu mente hastiada, produce una sensación molesta.
Nunca pude descifrar
cuál es tu verdadera opinión acerca de mi,
ya que en los peores momentos no diste abrazo alguno.
Muerte súbita de tus sueños desalentados
ante las obligaciones que tuviste que cumplir,
nadie sabe por qué.
Alma sin vida, llena de pesares,
energías ubicadas en sectores de malestar.
Erróneos conceptos,
filosofías distintas,
a veces me cuesta apreciarte,
aunque hago un intento.
Nadie puede quitarte el mal humor,
la desesperanza de convertirte en quien no eres…
Es tan triste…
A veces quisiera mirarte a los ojos
decirte que sos un ser lleno de miedo,
de insanidad y poca vida.
Guardo ese concepto en mi mente
Ingiero ese veneno que provoca mi agonía.
Temo que nunca seas feliz,
y que transmitas tu enfermedad al resto
generando desgracias infundadas,
incuestionables, que alborotan tu hedor interno.
A veces sos un ser horrible,
esa idea galopa fuertemente en mi
y no puedo decirlo,
me limito a guardar mi secreto,
por eso te escribo,
para que quizás algún día entiendas
el sufrimiento que me generaste.
Es difícil ver un dejo de amor en vos.
Es complicado reir con vos.
Tal vez deba comprender,
que tus monedas son tus abrazos.
Para intentar sentir, el cariño
que nunca me diste.
De alguna forma, aunque sea bastante remota.
Infima.




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